Quemaduras en bebés
En caso de que un bebé sufra una quemadura, existen algunas consideraciones básicas que les quiero compartir:
La extensión de las quemaduras puede variar de acuerdo a la progresión del tiempo, por lo tanto, la evaluación debe ser dinámica y en varios momentos. Por eso, cuando este tipo de situaciones suceden, es importante detallar al máximo el evento y secuencia de lo sucedido.
Siempre tratar de conocer el tipo y origen de la quemadura, como ejemplo:
- Llama de fuego, quemadura con agua o aceite caliente, quemadura por contacto con objetos.
- En caso de que se queme la ropa, aumenta el riesgo porque el tiempo de exposición es mayor
- Las quemaduras por químicos causan daño a los tejidos corporales; la quemadura eléctrica causa daño extenso y también puede dañar tejidos profundos aunque no sea aparente.
- El peligro de Inhalación y daño a la vía respiratoria, se presenta en caso de que se produzca humo o vapor.
- Los labios quemados, presencia de secreción con cenizas, confusión, tos, ruidos al respirar, son síntomas de alto riesgo y deben ser reportados de inmediato.
- Pueden existir quemaduras por congelamiento, estas también causan daño directo a los tejidos.
Cuando atendemos una quemadura, la evaluamos en función de su extensión y de la profundidad, por eso la revisión es completa y extensa.
En caso de sufrir un accidente de quemadura en casa, debes retirar al bebé del lugar de peligro, remover el objeto o sustancia causante, si la ropa está quemada, quitarla y reemplazarla, revisar la cara, especialmente la nariz y boca, no usar remedios caseros o sustancias, solamente agua, comunicarte inmediatamente con tu pediatra o acudir a un servicio de urgencias.