¿Cómo llegan los metales pesados a los alimentos?
Existen metales que se encuentran en pequeñas cantidades en el suelo y zonas profundas de la corteza terrestre, otros se liberan como residuos de procesos de producción y contaminan el agua y los terrenos para cultivo.
Estos metales si se acumulan pueden contaminar los alimentos a lo largo de diferentes procesos: de siembra, recolección, almacenaje y envasado generando problemas severos para la salud.
Entre los metales que pueden contaminar nuestros alimentos se encuentran arsénico, plomo, cadmio y mercurio.
Para reducir riesgos procura combinar diferentes grupos de alimentos, lava y desinfecta las frutas y verduras, vigila la calidad del agua que consumes y reduce al mínimo los alimentos procesados y envasados.
Recuerda que la lactancia materna reduce también el riesgo de exposición de tu bebe a los metales y mejora sus defensas.